lunes, 28 de marzo de 2016

Oxalis articulata

En estos días, caminando por el jardín, mirando casi con lupa cómo empiezan a asomar algunos brotes de todo lo que vengo multiplicando, vi una florcita amorosa, rosa alilada, que resaltaba en el pasto verde claro.
 
No sabía que tenía esta variedad en mi jardín. Sí la había visto en el terreno de la casa nueva, antes de mover todo y empezar la construcción. Había visto las florcitas y pensé en recoger algunas plantitas. 
 
Pero era un día feo, de mucho frío, medio lloviznando y lo dejé para otro día. Que nunca llegó.
 
Se me había olvidado hasta ahora, porque no la había vuelto a ver.
Pero el día anterior, leyendo y releyendo la lista de Gabriel, había visto su nombre.
 
Así que, plum!, directo a la bandeja de gajos!
Con paciencia, empecé a bucear entre el pasto, buscando sacarlas de raíz
Ahí me encontré con que tienen un bulbito muy chiquito

Me encantó conocerla más.
Sigo aprendiendo!


 


Nuevas incorporaciones

Mientras todo va creciendo, sigo recorriendo, conociendo nuevas variedades.
Voy probando otras, viendo cómo se multiplican, cuáles crecen más rápido, cuáles se adaptan mejor al sol, a la media sombra...

Este fin de semana conocí dos especies nuevas. Una, la heteropteris angustifolia, en realidad ya la había visto. Pero como la que estaba en la lista era la variedad heteropteris glauca, la había descartado.

Pero el sábado la vi en el vivero y me gustó. Así que me traje 2 ejemplares para ver cómo van:


Estas tienen las hojas bien verdes porque estaban a la sombra. Pero había otras, más chiquitas, que estaban al sol, y las hojas eran más rojizas, ¡re-lindas! 

Después, como siempre, vino la poda y la bandeja con los correspondientes gajitos

La otra novedad, que también me gustó, tiene nombre muy difícil: Sphaeralcea bonariensis:
De esta también hubo poda y gajitos, ya que se multiplica bien por gajos.
Para seguir experimentando...
 

jueves, 24 de marzo de 2016

Paciencia

El capítulo de hoy se llama "paciencia".
Ya está todo sembrado, dividido, plantado. 
Ahora hace falta tiempo para que las plantas crezcan, y para que yo pueda ejercitar la paciencia.

Sin contar árboles, huerta ni frutales, sólo de arbustos y herbáceas, el proyecto proponía 20 especies. De esas 20, apenas conocía 5. El resto, no sabía cómo era, dónde se podían conseguir (los viveros comerciales casi no venden especies nativas), ni cómo se multiplicaban.

Me llevó enero y febrero recorrer viveros y conseguir las 20 variedades. De todas conseguí por lo menos un ejemplar.

Después, con la ayuda del listado que me dio Gabriel (excelente!, super completo!), empecé la producción. Algunas especies se multiplicaban por división de matas, otras por gajos, otras por semillas.

De a poco fui multiplicando y multiplicando. De 850 plantas que necesitaba, ya preparé más de 600.

Y ahora me queda esperar. Esperar para ver si todo prendió. Si las semillas germinan (estoy esperando las pavonias), si los gajitos enraizan, si las plantas que dividí sobreviven (porque algunas las dividí más del límite prudente...).

Paciencia.
Con esperanza. Porque la paciencia todo lo alcanza...

sábado, 19 de marzo de 2016

Primeros resultados

Hasta ahora fue todo recorrer viveros, aprender mucho, dividir, multiplicar, sembrar.
Y ahora, apenas 2 meses después de empezar la etapa de producción, ya se empiezan a ver los primeros resultados. Realmente, la naturaleza es más que generosa.

En enero había conseguido unos senecios grisenbachii. 

Los había podado y con la poda, de paso, había hecho gajitos. 
En una bandeja con 25 lugares, había puesto 2 gajitos por espacio. Así que fueron 50 gajitos. Los dejé a la sombra y lo único que hice fue regarlos y cubrirlos con el plástico verde con agujeritos, para que los pájaros no se los llevaran o hicieran lío.

Cada tanto los espiaba un poco, de lejos, pero nada más.
Y esta semana levanté la protección de plástico y me encontré esto:
¡Había nuevas plantitas!! ¡Cuánta felicidad!!

En algunos huequitos no había nada. Pero en algunos, había 2 nuevas plantitas:
Las separé con cuidado, y fui armando los nuevos plantines:
De los 50 gajitos, sólo salieron 18 plantas. Las estadísticas no son muy buenas. Sin embargo, hoy mi alegría puede más que los números. Y me quedo feliz, con mis nuevos senecios grisenbachii, listos para seguir creciendo!





domingo, 13 de marzo de 2016

Poa iridifolia

¡Qué lindas que son!
¡Y qué felicidad dividirlas! Super fácil, super rápido.
De nuevo, de 8 plantas necesitaba sacar 67, pero fue con cero dificultad.

Tuve la lindísima sorpresa de descubrir que tienen raíces mínimas, no en cantidad sino en textura. Son duras pero muy, muy finitas. Con lo cual, el pan de tierra era eso, un pan de tierra. En los panicums y paspalum, en cambio, los panes de tierra casi no tenían tierra! Eran un conglomerado de raíces duras.
Miren la diferencia:
Fui abriendo despacito el pan, abriendo, abriendo, y con la acción de abrir vino otra sopresa, más linda todavía. ¡Los gajos se despegaban solos! Sin tener que hacer ninguna fuerza, se desprendían manojos de tallos con sus respectivas raíces.


Iba contando..., de tantas macetas tengo que sacar tantos plantines...

Descubrí también que, con un minirastrillito que me había regalado Mariel hace años para cuidar plantas de interior, podía ir peinando las raíces y haciendo la tarea todavía más simple
Dividir poas: placer!!


Paspalum exaltatum

De 8 plantas como la que se ve en la foto, necesitaba sacar 67 plantines. 
¡Arduo!
Después de la experiencia con los panicum, con los cuales había hecho exactamente el mismo trabajo, empecé la tarea.
Pero se ve que el esfuerzo y cansancio se acumulan, porque esta vez, si bien las plantas en tamaño y en cantidad y dureza de raíces eran similares a las panicum, la tarea me resultó agotadora.

Esto subjetivamente, dada mi edad, contextura física, y herramienta principal con la que contaba: un simple cuchillo de cocina. 

Cuando presenté los panicum, dije que los paspalum no tenían flor. 
Me equivoqué. No había mirado bien.
Ahora, trabajando con ellos, noté que en su extremo tenían una pequeña inflorescencia, que en esta época del año, al menos, se ve así:
En cuanto a la tarea de división en sí, lo mismo que con los panicum, viene siendo ensayo y error.
Sabiendo que de 8 plantas necesitaba sacar 67, empecé dividiendo los panes de tierra con mi cuchillo de cocina, como si fuera una torta.
8 x 8 = 64
De 8 paspalum necesito sacar 8 plantines, pero en 3 de ellos necesito un extra. Así llego a 67.

¡Durísimo! Durísimo el pan de tierra abarrotado de raíces, y durísima la tarea. Porque me requirió un enorme esfuerzo físico. ¡No tengo tanta fuerza!
Me cansó tanto (esto de dividir paspalum y panicums) que es algo que no recomendaría. O le delegaría la tarea a alguien con fuerza o con mejores herramientas, o de tener otro presupuesto, compraría las plantas. Tanto me costó.

Volviendo a mi ensayo y error, fui comprobando aquello del refrán, más vale maña que fuerza.
Tal cual. Fui viendo que mirando bien, la misma planta me decía por dónde había que cortar, sin hacer tanta fuerza. Porque la planta no era un único manojo de tallos sino que eran como varios manojos, uno al lado del otro. Entonces había que fijarse bien dónde terminaba uno y empezaba el otro. Y cortar por ahí, era mucho más fácil.
Acá lo muestro con un palito. A la derecha, por donde pasa el palito, era el mejor lugar para hacer la división:
Ahí la cosa empezó a tomar velocidad, y mucho más rápido, iba teniendo los nuevos plantines:





miércoles, 9 de marzo de 2016

Antes, después,
y mientras tanto...

Al principio del blog vimos las fotos del antes. Como era el terreno baldío.
Dentro de un tiempo, si Dios quiere, podremos ver la obra terminada, con todas estas plantas que vamos conociendo, cada una en su lugar, muchas con flores, visitadas por mariposas y colibríes.

Para eso, todavía falta.
Ahora estamos recién en el mientras tanto. Que se ve más o menos así:
La rampa principal (con Matu colado en la foto, pero no la puedo editar, así que va con Matu incluído), donde irán las herbáceas de media sombra. Salvias, panicums, paspalum, poas, tripogandras
Acá abajo, la rampa principal vista desde arriba. A continuación del último escalón, que es más ancho, viene un rectángulo que, a la izquierda va a ser un cantero de arbustos altos (margaritas de pastizal, buddleias, pavonias, monteiroas, heteropteris glabras) y a la derecha uno de arbustos bajos (lantanas, carqueja y carquejillas).
A la derecha de la foto, todavía tapado por paneles de madera oscura, está el segundo tramo de la rampa, la parte que termina en el techo
En la foto siguiente, abajo, en el ángulo derecho, se alcanzan a ver los primeros escalones de la rampa que sube al techo
Rampa hasta el techo. Acá van a ir herbáceas (verbenas, stipas, crisantemos, glandularias)
El techo
Y el fondo del jardín hoy. Esto sí que cuesta imaginárselo terminado!!





viernes, 4 de marzo de 2016

Verbena bonariensis

Ya asoma...
De germinación un tanto lenta, que vale la pena esperar.
Una de mis mejores amigas. Planta noble, linda, simple, rústica.
Asoma por la ventana de la cocina, regalándonos la visita de mariposas anaranjadas.
 Acá en Luján, la última primavera, asomando entre manzanillas
 


Gramillón!!

Lo digo con énfasis, porque era algo aparentemente tan sencillo, y que sin embargo se fue complicando.

La consigna era hacer gajos de gramillón, porque era la manera más fácil de reproducirlo, y porque en los viveros ya no se consigue.

Hice una primera tanda de gajos de lo que yo creí que era gramillón (allá por enero, cuando todavía no era una experta en gramillas), y a los 2 días me había dado cuenta de que ese no era el gramillón que buscábamos.
Entonces tiré todos los gajitos (!!!), y los hice de nuevo. 4 cajoncitos, hechos 2 veces. Con tanta dedicación.

Las días fueron pasando, y me fui dando cuenta de que lo que empezaba a crecer, no era gramillón. Porque en vez de arrastrarse por el piso, eran hilitos que se iban para arriba.
Esos hilitos los conozco!! Son terribles!! Se van estirando y enredando en los arbustos de los canteros, o en las herbáceas, o en lo que encuentran. Y yo los trato de desenredar y sacar (porque ellos avanzan con fuerza). Entonces tiro, arranco, y se rompe el hilo.
Ahí voy a la raíz, y saco lo que puedo. Pero nunca alcanza, porque son hilos interminables, hilos que bajo tierra se convierten en alambres duros. Que tirás, y tirás, pero que rara vez llegás a extirpar del todo, porque siempre van un poco más hondo.

Por todos estos motivos, claramente, esta tanda de gajitos, uf!!, también fue al descarte.
Si bien había empleado bastante tiempo en hacerlos, descartarlos no me costó tanto porque justo en esos días, caminando, había encontrado unos gajos rastreros que me habían gustado mucho, y eran bien rastreros.
Convencida de que esta vez eran, volví a preparar gajos, con más dedicación todavía, porque estaba más segura de haberlos encontrado.
Les saqué una foto, y se la mandé a Gabriel
Y llegó su respuesta...
Esta vez tampoco era gramillón! Era kikuyo!
A esta altura, después de 3 tandas de gajos de supuestos gramillones, daba para dar por finalizada la tarea y decir, bueno, es lo que hay, vamos con el kikuyo.
Pero me frenó la advertencia de Gabriel: ojo porque el kikuyo va a invadir todo.

Así que, nuevamente el ritual, tirar los gajos.

Y acá ya me estaba dando por vencida. Por eso, en una de las visitas a los viveros, ya que estaba pregunté si no tenían gajos de gramillón. O semillas. Y no, me dijeron que ya no, porque hoy todos ponen grama bahiana que es más rápida.

Ahí quedó.
Hasta el miércoles, en que, caminando al borde del río con Helen, de repente vi unos gajitos que asomaban al borde del camino
La forma era igual al kikuyo. Pero eran un poco más chiquitos y de un verde más pálido.

Esta vez, con la experiencia acumulada, si bien arrancamos varios gajos grandes, no preparé los gajitos. Primero le mandé la foto a Gabriel, con bastantes dudas.
También le mandé una foto comparando estos últimos con los de kikuyo. Yo no veía mucha diferencia, más que en tamaño y color. Y allá fueron las fotos.
Y ¡sorpresa! Esta vez sí!!
Los más claritos (en la foto, arriba, a la izquierda) son de gramillón. Posta.
Ahora sólo me queda volver con Helen a buscar más!!