martes, 29 de diciembre de 2015

Eligiendo especies

La reserva re-linda, las plantas increíbles, el día, soñado. Hasta ahí, todo bien.
Pero el siguiente paso, confieso, me costó bastante. Y fue soltar la imagen que me había ido construyendo de lo que iba a ser mi jardín. 
De repente, mis plantas más queridas, y conocidas, quedaban desalojadas por otras especies mucho más rústicas y en general, bastante desconocidas por mí. 
Súbitamente mi jardín iba a pasar a ser poblado por unos seres que más que en los viveros se encuentran en los baldíos.

Esto me produjo un shock. Era esto lo que yo quería?? Hasta adónde me animaba a arriesgar con lo sustentable??

Pasé un fin de semana medio oscuro, debatiendo en mi interior, mirando cómo brotaban dentro mío todo tipo de argumentos. A favor, y principalmente en contra.

Hasta que finalmente se me aclaró un poco. Por qué todo tiene que ser blanco o negro?? Por qué los extremos?? No habrá lugar para algunos grises??
Y así me animé a "pedir permiso" para que me dejaran un pequeño espacio de "exóticas", plantas no nativas pero a las cuales les tengo un cariño especial.

Y sobrevino el acuerdo, aunque tampoco tan fácil. Mis amadas hortensias, por ejemplo, esas que vengo multiplicando hace varios años esperando el anhelado momento, no tuvieron mayor suerte. El NO fue rotundo, y ya las empecé a regalar con destino a otros jardines menos autóctonos.

Y por qué todo esto? Cuál es el sentido de privilegiar especies nativas?? 
Las razones son varias, y me cierran. Por eso acato las órdenes!!
Las especies autóctonas requieren menos cuidados, menos riego, se enferman menos, y también contribuyen a que se reestablezca la fauna autóctona. Insectos, pájaros, todos se ven beneficiados. Hay arbustos que atraen mariposas (me encantan!), o colibríes, o polinizadores.

Dicho todo esto, pasemos a ver especies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario