miércoles, 31 de mayo de 2017

Low battery...

Así amanece hoy desde mi ventana...


A 9 meses y medio de la fecha de entrega, y habiendo yo plantado ya 4 veces la rampa.
Low battery..., así está esta mañana mi paciencia... Very low battery...
Alta angustia, impotencia...
Por suerte, un hilito de confianza ..., tenue, sutil, tan delgado...



viernes, 19 de mayo de 2017

La huerta crece!

Habiendo cosechado 130 kilos de hortalizas, en la tierra de obra, llena de cascotes, ladrillos, pedacitos de cualquier cosa, ¿cómo no ir por más?!!

Por eso, decidí habilitar uno de los canteros que teníamos al fondo, que en principio estaba destinado a compost, para huerta.

Era un hueco vacío que se fue llenando con las gigantosas hojas de zapallos y demás cosas que voy levantando. Vengo llenándolo desde el verano, sube la pila, sube, sube, y de a poquito, también baja.

En estos días, aprovechando la visita de Maggie y Claudia, tuve una super ayuda, de mano de obra más que calificada.

Agregaron una bolsa de tierra tapando la montaña de hojas secas que había en el cantero, para que se pueda ir convirtiendo en tierra.

Además levantaron el rastrojo de zapallo, sacaron cascotes y elementos extraños, ordenaron las piedras que yo había tirado por ahí, y sembraron festuca, lotus y trébol como cubresuelos del sector ex-zapallos, y que próximamente albergará a los frutales.

Y de yapa, me organizaron los almácigos en altura, para protegerlos del ataque de babosas, que por este tiempo, o en estos lados, vienen hambrientas.
La cubierta es para proteger los almácigos de los pájaros.

De huerta, lo mejor que puedo decir es recomendar a mis dos maestros virtuales. Sigo 2 páginas hiperdidácticas y que me copan:
- cosas del jardín
- la huertina de toni
Grossos!!!

Gajeando...

Algunas plantas van creciendo por demás, y se va haciendo necesaria la poda.
Por ejemplo con las salvias procurrens y tripogandras de la rampa principal.

Podándolas, fui descubriendo que las partes que podaba muchas veces venían con el gajo ya enraizado. La naturaleza trabaja sola!!

Entonces, ¿cómo desperdiciar esos gajitos ya listos? 
Pero al mismo tiempo, qué fiaca preparar más plantines! Buscar las macetitas, llenarlas con tierra, hacer la plantita... Se ve que ya hice demasiadas, y esta época me agarró cansada.


Como tantas cosas que se descubren por casualidad, me encontré con un método bien fácil de hacer plantines: pongo en agua los gajos producto de la poda, después espero que el tiempo trabaje, y así vayan creciendo las raíces.

Empecé probando con las salvias procurrens y tripogandras. Y me fue tan bien que ahora probé con el senecio brasiliensis, y resulta de maravillas!! Nada más fácil. Podo, en-aguo, espero, y planto. En el techo, obviamente, para reponer las grandes bajas que tuvimos ahí.

De paso, voy viendo qué especies van en el techo y cuáles no. Herbáceas sí, arbustos no. Al menos con la profundidad de sustrato que pusimos nosotros.

Acá unas fotos documentando mi nuevo método de multiplicación de plantas, bastante vagoneta pero altamente efectivo.


En estos 2 gajitos se ve cómo, en los mismos tallos, ya vienen asomando pequeñas raíces.
Es cuestión de dejar una hojita en el extremo superior, y arrancar todas las demás.
En este caso, son gajos de senecio brasiliensis:
Mesa de trabajo
Gajitos en fila, listos para ir al agua!
Gajitos pasados por agua, decorando un rincón del lavadero
Y acá unas salvias procurrens que ya largaron sus raicitas
Ahora, a plantarlas!!







miércoles, 3 de mayo de 2017

Otoño!!!

Y caminando despacito, este lindísimo jardín entra en su primer otoño.

Un poco me venía imaginando que alguna sorpresa iba a aparecer. Pero claro, cuál iba a ser la sorpresa no tenía idea, de lo contrario, no sería sorpresa.

Por el momento, van dos muy lindas, y totalmente inesperadas. Digamos, verdaderas sorpresas.

Tripogandra
En la lista originaria de Gabriel, figuraba, como cubresuelos, la tripogandra.
En alguna visita al vivero de la reserva, compré alguna plantita. Y la multipliqué.
Había escuchado que tenía flor rosada, pero era verano (del año pasado), y no vi ninguna flor.

Por ese tiempo, empecé a ver por la calle, lo que yo creía que era tripogandra pero que después, en el vivero, me dijeron que era commelina. Y tenía una linda flor azul. Empecé a cortar gajitos y a hacer plantitas.

En alguna charla con Gabriel salió el tema. Él insistía en que la flor era rosada, pero lo que yo veía era azul.

Los gajitos fueron creciendo, y eran re-fáciles, así que fueron siendo montones, y tan fáciles eran que hasta los abandoné por ahí. Total, crecían solos, de la nada.

Cuando llegó la mudanza, con el lío del movimiento y demás cosas, no había planta que alcanzara para cubrir toda la tierra que había que cubrir. Y ahí ya perdí la cuenta, no sé qué planta fue a parar dónde.

Este verano, vi alguna florcita azul por ahí, pero bastante escasa. Mi conclusión iba siendo que, la commelina sí, un amorcito, pero hasta ahí. Muy escasa floración.

Pero llegó el otoño. Y acá, sorpresón!!
En la rampa principal apareció, de la nada, una florcita rosa. Casi imperceptible.
Después fueron dos, y tres, y... Y de repente, la rampa se cubrió de florcitas rosas!!!
 
Y sí, era como decía Gabriel! La tripogandra tiene flor rosada, lo que pasa es que florece en otoño, no en verano. Al menos, eso es lo que pasó en este jardín.


Paspalum / panicum
Cuando compré algunos paspalum y panicums a fines de enero del año pasado, para multiplicarlos y hacer plantines, ya estaban un poco secos, florecidos, y no los podía distinguir.

Me acuerdo que para no hacerme lío los había puesto en dos lugares distintos de mi jardín.
Después, los fui dividiendo. De cada planta hice 8 plantitas, una barbaridad de eficiencia. Los panicums sobrevivieron, pero los paspalum no.

De todas formas, como soy sustentable in extremus, no tiré los paspalums que se habían secado, sino que los planté igual. Total, había que cubrir el suelo con algo, y eso, seco y todo, algo cubría.

Pasó el verano, pasó de todo. O pasó lo del techo. Realmente, todas mis energías, tiempo, esfuerzo, plantas, estuvieron en el techo, de tal modo que el jardín de abajo se autogestionó. Sobrevivió solo. Con las nativas, voy aprendiendo que la sanidad es excelente, así que no se secó ninguna planta ni ninguna se enfermó. Tampoco tuve que regar porque son autóctonas. Así que, casi que ni las miré.

Y sí, llegó el otoño, y acá, la segunda sorpresa. O sorpresón, porque hasta en tamaño es impresionante. Los panicums empiezan a decaer, aunque van tomando un lindo tono rojizo, y los paspalums resplandecen, dueños y señores del cantero.

Panicums hay en el cantero de adelante, en el jardín del fondo y en la rampa principal, y paspalums sólo quedaron en el cantero de adelante. Como pensé que estaban secos, los puse ahí para llenar el espacio, porque no tenía más plantas.

De nuevo, yo había visto las dos plantas en enero, y se me hicieron muy similares, al punto de no poder distinguirlas. Pero llegado el otoño, son totalmente diferentes.

Acá se ven. Las rojizas más etéreas, son los panicums. Y las verdes radiantes, los paspalums. Y pensar que me las confundía!








Algo más sobre el armado de un techo verde

En un post anterior comentaba sobre cómo armar un techo verde.
Ahí recomendaba calmar la ansiedad y no poner tierra ni plantar nada hasta no probar todas las pendientes y ver cómo fluía el agua durante las lluvias, en especial las abundantes.

Ahora que estamos desarmando el techo (sí! desarmando lo mal-hecho anteriormente!), sugeriría calmar aún un poco más la ansiedad y, antes de poner la tierra y las plantas, probar los flujos de agua una vez puesta la membrana aislante.

Es una historia de nunca acabar y seguramente las ganas de ver el techo verde sean enormes. Pero, de no esperar con prudencia, les podría pasar lo que nos pasa a nosotros. Confiamos en que las membranas aislantes estaban soldadas, y no, estaban simplemente pegadas con algo tipo fastix. Eso se despega muy pronto, con lo cual el agua en seguida se filtra por abajo y chau!, como nosotros ahora, vamos despegando el trabajo mal hecho y vemos cómo está todo mojado abajo.

Por eso, ojo!! Tengan paciencia y prueben las pendientes y recorridos del agua antes y después de colocar las membranas.

Y ya que estamos, chequeen también cómo están resueltas las esquinas. Es complicado que los ángulos rectos queden bien aislados.

Yo intuía que algunas cosas no iban a salir bien, pero no imaginé que podíamos encontrarnos con personas tan poco confiables.
Bueno, a poner las barbas en remojo e inspeccionar todo en detalle. Hombre (mujer) precavido (precavida), vale por dos.