domingo, 28 de febrero de 2016

Carqueja y carquejilla
Baccharis trimera y Baccharis articulata

Dos variedades muy simpáticas, de las cuales tengo un solo ejemplar de cada una, y que con ansiedad veo que crecen lentamente.
Digo con ansiedad, porque en la lista del proyecto figura que necesitamos 42 carquejas y 42 carquejillas.
No sé cómo haremos...

Estoy preocupada, porque se multiplican por rizomas, que no veo. La carqueja también por división de matas, y la que tengo tiene casi un solo tallo.
Paciencia..., suerte..., magia..., multiplicación de los panes...
Será un poco de todo...
Heteropterys glabra
 
Con esta planta, termina la búsqueda del tesoro. 
Esta era la última planta que me faltaba conseguir, la que me resultó más difícil de encontrar.
En algunos viveros tenían la variedad angustifolia, pero la que teníamos en la lista de plantas para el proyecto, figuraba la glabra.
 
En mis recorridas por los viveros, pude conocer las dos. Y qué bueno que persistí en la búsqueda, porque si bien las dos variedades tienen una forma de planta parecida (tallos que se estiran medio desgarbados), la glabra tienen hojas más anchas y, a mi gusto, más lindas.
Me acordaba que Rudi, en el vivero La choza de General Rodríguez, tenía una. Y ya que estaba más o menos por ahí, lo llamé para preguntarle si le quedaba alguna. Y me dijo que sí, que tenía 4. Así que allá fui.

Eran 4, bastante diferentes. Una enorme (envase de 4 litros o más, re-pesada!, gracias Pela que me las bajaste del auto!), y otras 3 medianas. Con formas totalmente irregulares
Detalle de las hojas
Y de algunos brotes lindos que van saliendo más desde abajo
La reproducción es por semilla o gajos.
No tengo ninguna flor, así que tampoco ninguna semilla.
Por lo tanto, hubo poda y múltiples gajitos. De nuevo, algunos leñosos, otros herbáceos. Unos con nudos cerquita, otros con nudos bien alejados.
Ahora, cruzar los dedos y esperar...




Gramíneas (1)
Panicum virgatum

Llegó la hora de las gramíneas. Las fui dejando para el final, porque eran las más fáciles de conseguir.
En principio, me parecían todas iguales, con alguna pequeña diferencia. Pero al ir adentrándome en el tema, las voy aprendiendo a conocer y diferenciar.

El jueves conseguí panicum virgatum y paspalum. Para ojos comunes, dos pastos grandes.
Cuando llegué a casa, casi me confundo y no sabía cuál era cuál.
Por suerte, haciendo memoria de lo que charlamos en el vivero, y recordando en qué lugar del baúl del auto había cargado cada una, las pude distinguir.

Agus me las bajó del auto y llevó hasta el jardín. Gran colaboración!! porque algunas eran bastante pesadas (además de las gramíneas, venían otras que ya iré contando...).

Así quedaron estacionadas en el jardín
Ahí fue cuando me pregunte cuál era cuál!!
Por suerte, me acordé que las panicum virgatum tenían esta especie de floración en las puntas
Mientras que las paspalum, se ven así, sin flor
Al menos ahora, en febrero, mitad del verano...

El paso siguiente fue dividirlas y cambiar de maceta. Seguramente no sea el momento más apropiado para la división, pero es el tengo. El cambio de maceta en cambio, era urgente. Como se puede apreciar:
Y también, como se puede ver, las macetas las tuve que romper. O mejor dicho, cortar. Porque rotas ya estaban, y eran irrecuperables.
Al abrirlas, esto fue lo que encontré!
Dividir esto fue una tarea faraónica. O es, porque compré 8 plantas y recién, con muchísimo trabajo, pude dividir la mitad.
Ese conglomerado de raíces es un bloque de cemento. Impenetrable.
Empecé con un cuchillo de serruchito. Tardé años.
Con la siguiente, pasé al clásico serruchito con el que los verduleros antes cortaban el zapallo. Peor resultado.
Recurrí entonces al cuchillo grande de la cocina, el que usamos para cortar carne. Y sabiendo con qué bueyes araba, primero lo afilé bien con la piedra de afilar.
Y sí, fue la mejor solución, pero hasta ahí.
Estuve tentada de usar la caladora, pero una vez, usando la caladora de Matu para podar el ciruelo, casi se la destruyo.
Así que por ahora voy muuuy despacio, con paciencia de monje zen, cortando con el cuchillo de cocina y, en los nudos más gordos, ayudándome con la tijera de podar.
En esto estoy..., arduo...






Lantana megapotámica

Y finalmente, la conseguí. Creo que era la que más anhelaba, y no la podía encontrar, porque buscaba la de flor lila. No estaba en ningún vivero. Hasta que, de casualidad, caminando por Ianni, en General Rodríguez, la vi.
Lindísima!!
 
Las macetas ya le quedaban chicas
 
Así que podé, y acá, ya listas para hacer gajitos:
Algunos tallos eran más leñosos (foto izquierda), otros más herbáceos (foto derecha).
Unos con nudos más cerca (foto izquierda), y eso me dejaba poner 2 pares de nudos bajo tierra, otros con nudos más separados (foto derecha), y supongo que entonces, con menos chances de enraizar.
Veremos qué resulta!
Trabajo terminado: planta enmacetada en un envase más grande, podada, gajos listos, y florerito para la cocina...


 

martes, 23 de febrero de 2016

Safari vegetal

De a poco, mis caminatas se van convirtiendo en algo así como un safari vegetal. Porque voy descubriendo, en los rincones más mínimos, montones de plantas nativas asomando tímidamente sus florcitas.

Y ahí nomás, cuando viene de baldío, cirujeo nomás.
Como esta mañana, unos buenos gramillones y unas comelinas en flor.
Directo a la bandeja de reproducción!



sábado, 20 de febrero de 2016

Nuevas protagonistas

Esta mañana arranqué con mi nuevo programa favorito de sábado a la mañana: visita a viveros nativos.
El día era increíble, ya no hacía tanto calor, y partí.

Cuando estaba saliendo, mensajito sorpresa de Ana, que estaba en Buenos Aires hasta mañana, porque habían venido para un casamiento.
¡Qué buena noticia! ¡Nadie mejor para acompañarme en esta aventura!

Le conté en qué andaba, y en 20 minutos estábamos las dos en el vivero, hermana de Ana incluída.

Ahí seguimos conociendo y aprendiendo, gracias a la paciencia amorosa de Alejandra, capaz de contestar todas nuestras preguntas, sin cansarse de ir y venir por esos pasillitos llenos de infinitas cosas verdes.

Ayer me había pasado bastante rato googleando nombres comunes y científicos, comparando las listas de Gabriel (con las sugerencias para el jardín de MeMo), y las listas del vivero de la reserva de Acassuso.

Las plantas elegidas de hoy fueron 3 arbustos:

Cedrón del monte, Aloysia gratissima
Tiene florcitas blancas con un perfume rico y suave, un tanto alimonado.
Acá el detalle de las hojas:
La otra elegida fue la chilca de olor (eupatorium o austroeupatorium inulifolium). El nombre es feo, pero atrae mariposas, y eso es relindo. Y por eso le dicen también mariposera.
Detalle de las hojas:
Y finalmente lo logré! Conseguí una de las 2 figuritas difíciles, al menos para mí, en esta búsqueda del tesoro. La monteiroa glomerata, o malva de zorro. No podía encontrarla en ningún vivero. La presento


Detalle de las hojas
Ahora sólo me falta una difícil: heteropterys glabra, o mariposa.
Hay dos heteropterys. Una la consigo, que es la angustifolia. Pero la glabra, que es la que me dijeron que busque, todavía no.
Ya llegará...
 

miércoles, 17 de febrero de 2016

Dividiendo salvias
(Parte 2)

Sigo dividiendo salvias.
Y me gustaría mostrar qué pongo adentro de las macetas, porque no es que las corto por la mitad, lleno la maceta con tierra negra y ahí, listo.
No, hago un trabajito mucho más elaborado, porque me parece que si no, las raíces se encuentran con un socotroco duro que dificulta su crecimiento.

Por eso, acá va el detalle de qué pongo adentro de las macetas (además de las plantas!)

Primero, en el fondo, como para tapar un poco el agujero y que no se escape la tierra, va la poda de las mismas salvias (o de la planta que esté dividiendo).
Este trabajo es ideal para, de paso, ir ordenando el jardín.
Porque voy viendo lo que "sobra", lo corto, y ahí va, adentro de la maceta.
En este caso, las lianas de la bignonia rosada que se van de mambo:
Zum! Adentro!!
Las tijereteo un poco, las doblo, según como venga la mano...
Cuando ya tengo una buena base de hojas frescas, con ramitas y demás (así se ve la maceta por dentro)

tiro algo de tierra negra, generalmente la misma que se desprende al dividir la planta.
Después le agrego un poco de hojas secas, de esas que andan dando vueltas por ahí, en el jardín. Chiquitas, si la maceta es chica

o más grandes, si la maceta es más grande
El interior de la maceta se va convirtiendo así en un pequeño compostero.
Ahí va otro poquito de tierra negra, y por encima, un poquito menos que apenas, de cenizas de madera. De las que quedaron después de quemar ramas secas, o de la chimenea. ¡No del asado! Apenas, apenas, y mezcladita con la tierra, porque si no se compacta.
(Me encanta el fuego y estuve quemando remanentes de poda...)

Ahora sí, finalmente, llega el momento de enmacetar la planta. La pongo bien en el medio, y a los costados le agrego unos puñados de humus de lombriz
Notar el color del humus!! Negro, renegro!!!
Completo con más tierra negra, poniendo especial cuidado de cubrir bien el humus. Porque como lo pongo con lombrices y todo, los pájaron lo detectan al toque y en cuanto me distraje, zum!, pasaron e hicieron desmanes. Tipo, que aparezca la planta tirada por ahí y el piso lleno de tierra. Increíble pero real.

Tierra negra comprada (parece marrón al lado del humus!)







 
Gajos de gramillón

Van pasando los días, semanas, y se empiezan a ver los resultados de mis gajos de gramillón.
Al mismo tiempo, voy volviéndome bastante experta en pastos/gramillas.

La primera tanda que había plantado, la había tirado porque me había dado cuenta de que no era el gramillón que buscábamos.

Hice entonces una segunda tanda, que me parecía más acertada, pero ahora, viendo cómo crece, tampoco me va.

Uf!! No era tan fácil!!!

Esta semana, caminando por Beccar, en una vereda vi una gramilla rastrera que me gustó, y que me parece que esta vez sí es la auténtica.
Arranqué unos gajitos (que sobresalían de los bordes prolijitos de la vereda, porque no es cuestión de hacer lío), y los planté.

Hoy, de nuevo, caminando vi otros que me gustaron y los corté para hacer más gajos.
Y de paso, los documenté:
Detalle de las raíces que ya vienen:
Para hacer el gajito, idealmente corto 3 nudos:
A los 2 que van a ir bajo tierra, los podo, sin lastimar el nudo:
Lo planto, dejando 2 nudos bajo tierra.
Dejo 2, para aumentar las chances de que brote. Aunque en realidad, supongo que en este caso, no haría falta
Gajito listo:





 

Sen del campo

Ayer hice otra excursión. Fui hasta General Rodríguez, al vivero de plantas nativas "La choza".

Por teléfono me habían dado bien las instrucciones para ir, porque otro día ya me había perdido. Me explicaron amablemente que aparentemente hay como dos rutas 24, con lo cual, para llegar hasta allí no sirven Waze ni Google maps.

Conocí a Rudy, un alemán muy amable, que me mostró un poco el vivero.
Como era en el campo, iba con la idea de conseguir gramíneas, pero una vez más, en estos viveros es un poco ir y ver qué hay.

Así, sin haberlo planeado, me volví con los dos ejemplares de sen del campo que van a ir en unos maceteros del banco que vamos a poner en el techo.
Detalle de las hojas:
Y como siempre, la "yapa". Uno de los dos vino con una enredadera que se llama algo así como "protal". De hoja ancha, en invierno se bajonea un poco pero después, en primavera, resucita.

La googlée pero no encontré nada. Habrá que esperar y ver qué resulta...

Para ver listas de precios, mandarle mail a Rudi:


lunes, 15 de febrero de 2016

Teucrium

Cuando empezamos a planear el jardín, yo había pedido incluir teucriums porque es una planta que me encanta.
Otros años había hecho gajitos, que habían resultado muy bien. 
Después surgió todo lo de las plantas nativas, y ahí me enteré que el teucrium que a mí me gusta tanto es el teucrium fruticans, nativo del mediterráneo, con lo cual, quedaba afuera del programa.
Pero algún gusto me quería dar, así que pedí incluirlo en algún rinconcito de plantas exóticas. (Las otras exóticas que pedí, fueron los cosmos blancos, porque me parecen lo más lindo que hay!).

Cosas del destino, los gajos que hice este año de mi teucrium, no anduvieron. Se fueron secando, y unos que había plantado en Luján el año pasado, también se murieron. Con lo cual, me quedé sin producción local de plantitas.

Al mismo tiempo, poco a poco, voy conociendo cada vez más plantas nativas, y al conocerlas, es increíble, también me van gustando cada vez más.

Y así llegué a otro teucrium, que se llama teucrium vesicarium
La primera vez que lo había visto, no me había dicho nada. Pero el sábado, buscando plantas para la terraza de Ina (otro que entró en la variante nativa!), lo vi. Y me gustó.
De nuevo, cuando comprás una planta en un vivero nativo, no comprás solo una planta. Comprás otras cosas más. A veces de la misma especie, a veces de otras, conocidas o no.
Esta vez, por suerte, venían varias, de la misma especie. Es decir que no había una sola planta de teucrium sino varias más.
La flor es muy chiquita, recuerda un poco la forma y tamaño de la del teucrium fruticans, pero en otro color.
Acá las plantitas ya divididas, esperando su destino definitivo.






Multiplicando salvias uliginosas

Del vivero me había traído 18 salvias uliginosas.
Ahí me habían recomendado podarle las flores secas, para que siguiera floreciendo.
Los días pasaban y las veía alargarse pero sin dar más flores.

Entonces consulté con Clara Billoch, super genia. Busqué en su libro "Un año en el jardín", y también en su blog "eneljardin.com" (blog excelente, en contenido, en fotos, en generosidad de Clara!).
Su consejo era, más o menos, poda audaz! Así que, apoyándome en su palabra, me mandé.
En la foto no lo muestro bien, porque parece que estoy podando con un corte paralelo al piso.
En realidad el corte va oblicuo, de tal forma que el agua (de lluvia o de riego), resbale hacia abajo y no quede estacionada sobre el corte.

El paso siguiente era sacar la planta de la maceta. La más fácil es romper la maceta. Pero yo la necesitaba, entonces, tenía que sacarla sin romperla, lo cual es toda otra historia. Especialmente cuando la tierra está muy dura y compactada, como era en este caso.
Así, lo que hago es apoyarla en el piso e ir ablandándola con el pie. La voy rotando con cuidado para que se vaya aflojando la tierra.
Recién ahí la saco de la maceta. De nuevo, con muchísimo cuidado, para no romper raíces ni brotes nuevos.
Despacito, despacito, la planta va saliendo...
A veces sale todo un pan compacto, a veces sale medio pan y queda un montón de tierra adentro de la maceta.



Ahora sí, viene un momento de máxima atención y coraje. Con las manos, vamos abriendo el pan, y palpando por dónde hacer la división. En este caso, de todas las que multipliqué, saqué 2 partes. Pero puede ser que salgan 3, 4 ó a veces, también una sola, si es que todavía no se formó otra planta.
Identificado el lugar por dónde dividir, voy con un cuchillo con serruchito, y avanzo sin miedo. Corto lo que venga!
Con las 2 partes, armo 2 macetas, que son 2 plantas nuevas.
Acá es importante poner buena tierra. En este caso, les fui poniendo, además de la propia tierra que venía en la maceta, una mezcla de tierra negra, algunas hojas secas de por ahí, las hojas y ramitas de la misma salvia podada, y fundamental, el tan nutritivo humus de mis lombrices

En el humus se ve un carozo de durazno. Eso es increíble, pasan los años y los carozos de durazno no se descomponen. Ni que fueran de plástico!

Acá, el trabajo terminado: