lunes, 15 de febrero de 2016

Multiplicando salvias uliginosas

Del vivero me había traído 18 salvias uliginosas.
Ahí me habían recomendado podarle las flores secas, para que siguiera floreciendo.
Los días pasaban y las veía alargarse pero sin dar más flores.

Entonces consulté con Clara Billoch, super genia. Busqué en su libro "Un año en el jardín", y también en su blog "eneljardin.com" (blog excelente, en contenido, en fotos, en generosidad de Clara!).
Su consejo era, más o menos, poda audaz! Así que, apoyándome en su palabra, me mandé.
En la foto no lo muestro bien, porque parece que estoy podando con un corte paralelo al piso.
En realidad el corte va oblicuo, de tal forma que el agua (de lluvia o de riego), resbale hacia abajo y no quede estacionada sobre el corte.

El paso siguiente era sacar la planta de la maceta. La más fácil es romper la maceta. Pero yo la necesitaba, entonces, tenía que sacarla sin romperla, lo cual es toda otra historia. Especialmente cuando la tierra está muy dura y compactada, como era en este caso.
Así, lo que hago es apoyarla en el piso e ir ablandándola con el pie. La voy rotando con cuidado para que se vaya aflojando la tierra.
Recién ahí la saco de la maceta. De nuevo, con muchísimo cuidado, para no romper raíces ni brotes nuevos.
Despacito, despacito, la planta va saliendo...
A veces sale todo un pan compacto, a veces sale medio pan y queda un montón de tierra adentro de la maceta.



Ahora sí, viene un momento de máxima atención y coraje. Con las manos, vamos abriendo el pan, y palpando por dónde hacer la división. En este caso, de todas las que multipliqué, saqué 2 partes. Pero puede ser que salgan 3, 4 ó a veces, también una sola, si es que todavía no se formó otra planta.
Identificado el lugar por dónde dividir, voy con un cuchillo con serruchito, y avanzo sin miedo. Corto lo que venga!
Con las 2 partes, armo 2 macetas, que son 2 plantas nuevas.
Acá es importante poner buena tierra. En este caso, les fui poniendo, además de la propia tierra que venía en la maceta, una mezcla de tierra negra, algunas hojas secas de por ahí, las hojas y ramitas de la misma salvia podada, y fundamental, el tan nutritivo humus de mis lombrices

En el humus se ve un carozo de durazno. Eso es increíble, pasan los años y los carozos de durazno no se descomponen. Ni que fueran de plástico!

Acá, el trabajo terminado:



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