sábado, 28 de mayo de 2016

Update
de podas, divisiones de matas, gajos y almácigos

La producción de este jardín empezó a mediados de enero, empezando el verano, y vamos terminando mayo, ya bien entrado el otoño. Un otoño de colores alucinantes, como nunca, tal vez también por el frío intenso, más propio del invierno porteño que del otoño.

Los resultados son bastante desparejos, por eso, voy a ir por partes:

Podas y divisiones de matas
 
Una de las primeras tareas que hice fue la poda y división de matas de las salvias. Porque leí que Clara Billoch las podaba con ganas, para prolongar su floración.
Bueno, me parece que las debo haber podado con demasiadas ganas, porque muchas no sobrevivieron. ¡Bajón!
 
Las fui podando y a la vez dividiendo.
Empecé con las salvias uliginosas, podando fuerte y dividiendo peor (!!!). A cuchillo duro, nomás. Me imaginé que por ser nativas debían ser ultrarrústicas, así que podaba bajo, sacaba el pan de la maceta y ¡zas! con bastante fuerza y esfuerzo mío mandaba el cuchillo de la cocina por la mitad y chocha, enmacetaba las 2 nuevas salvias.
Bueno, eso no anduvo. Casi la mayoría, no sobrevivió. Estuve esperando hasta ahora, para ver si rebrotaban, pero inútil, ya compruebo claramente que no.
No sabía que podía ser tan bruta. Pues parece que sí...
 
Por suerte, cuando llegué a las salvias guaraníticas, me di cuenta de que estaba dividiendo medio groseramente, y aflojé un poco. Es más, a la mitad ni siquiera las dividí, porque vi que no iba a dar para dividirlas.
 
Por eso, si bien había comprado la misma cantidad de uliginosas que de guaraníticas, hoy tengo el doble de guaraníticas. Y las uliginosas se ven bien fragilonas.
 
Lo otro que podé y dividí fueron los paspalum y panicum.
Ahí también, poda y división fueron audaces. ¿Los resultados? ¡Ay!, tremendos...
Hoy se ve todo seco, aunque tengo la esperanza de que las gramíneas sí sobrevivan. Así que aquí, los resultados aún están por verse.
 
Gajos
 
Acá, bajón total.
Hace años que vengo haciendo gajos y ya estoy re-canchera. Corto un gajito, lo pelo de hojitas, y lo planto en sustrato de siembra. Y suelo tener excelentes resultados.
Por eso, me lancé a gajear nativas muy confiada, y anduvo pero muy mal!!

Las bandejas con sustratos eran en general de 25 huequitos, y ponía generalmente 2 gajitos por hueco, con lo cual, cada bandeja tenía 50 gajos.

Bueno, los senecios grisenbachi, resultado: 50 a 0. Ni uno solo prendió. 
Realmente me sorprende, porque con otras margaritas, hago los gajos así nomás y agarran volando. No sé qué puede haber pasado. Tal vez el calor del verano, aunque estaban a la sombra... No sé, me gustaría volver a probar ahora, con el frío, a ver si al menos alguno prende.
 
Hice gajos de todo. De lo que se multiplicaba por gajo y de lo que no también. Y los resultados fueron apabullantemente malos. Bandejas y bandejas, horas y horas, y nada.
 
Lo único rescatable fueron algunos pocos gajitos de teucriums no nativos (pero que tenían permiso en este jardín para hacer la experiencia de cómo interactuaban nativas y exóticas), cruzando los dedos, otras pocas lantanas, y algunas buddleias. Nada más. Heteropteris, monteiroas..., ni de casualidad.

Almácigos
 
Acá sí, me reivindico. Los almácigos son mi fuerte. Estos sí van muy pero muy bien.
Una vez que pesqué cómo era el tema de las pavonias, listo, no me para nadie. Próximamente, vivero de pavonias. Es impresionante, pero sembrás 10 y casi que salen 11. Excelente resultado. Encima germinan rápido, son muy entretenidas para seguir de cerca.

Los crisantemos (margaritas blancas) que había hecho de almácigo el año pasado están creciendo muy bien, en grandes cantidades.

Y las verbenas, como siempre, tan generosas. Cada ramillete de florcitas tiene cientos de minisemillas que, si bien son lentas para germinar, después no las para nadie.

Así estamos. Transitando el otoño, aprendiendo mucho, y una vez más, gozando con la generosidad de la naturaleza.
 

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