sábado, 4 de junio de 2016

Algunos resultados del trabajo de campo

Hace unos 20 días empezó una etapa nueva en la producción de plantas, el ir directamente al campo y ver qué encontraba allí. 

El primer día fui con la clara intención de recoger carquejas y carquejillas, y por ahí tal vez algún solidago chilensis. 

Así fue. La tierra estaba re-seca, casi un cemento, así que, con bastante dificultad conseguí unas carquejas y otras carquejillas.
Y con dificultad cero me traje un montón de solidagos!! Había miles, y se arrancaban con un tironcito de nada. Tan fácil que me traje más de 40 !!
 
Ya que estaba, me pareció reconocer unas chilcas. No estaba segura si eran o no, y en la duda, también me traje unas cuantas, porque, lo mismo, eran re-fáciles de sacar.

A la semana siguiente partí con mi ayudante de campo, Ana, muy bien preparadas con abrigo, guantes, baldes, palas, de lo más profesionales.

Sin pensarlo, nos dividimos las tareas: Ana levantaba carquejas y yo carquejillas.
15 días después, los resultados están a la vista: 
Las carquejas espléndidas, las carquejillas secas.
¡Genia Ana!!!

¿Qué puede haber pasado?
Me parece que hay dos razones.
Por un lado, Ana fue muy sabia. Recogió las carquejas con todo el pan de tierra. Yo fui más vaga, clavaba la pala, aflojaba un poco la tierra y después arrancaba la planta de un tirón. (¡Me da vergüenza contarlo! ¡Un papelón lo mío!)

Y esto tiene que ver con la segunda razón, que es el tipo de raíz que tienen una y otra planta:
La carqueja, a la derecha de la foto, tiene raíces muy finitas, más superficiales y horizontales, como paralelas al piso.
La carquejilla en cambio, a la izquierda de la foto, tiene una raíz leñosa, dura, totalmente vertical y profunda. Por eso (me disculpo) era difícil sacarla con el pan de tierra, porque había que ir muy abajo (en la foto se puede ver cuánto más abajo llega la raíz de la carquejilla que la de la carqueja).
Y más todavía, ya que en la foto se alcanza a ver que la raíz de la carqueja está cortada (otra barbaridad mía: la corté para ponerla en una maceta más chica!).

Conclusión, con un maltrato así, no hay nativa que aguante. Por eso, ayer fui de nuevo al campo, con una nueva técnica: plantines de carquejilla minis, con lo cual pude sacarlos con pan de tierra intacto. Veremos cómo resulta...

En cuanto a las otras nativas, los solidagos parecen de fierro. Arrancados así nomás, hoy se ven espléndidos:

Las chilcas sufrieron algo el transplante. Entonces las podé un poco y ahora van queriendo...
Las oenotheras desmayaron. Por ahí estaría bueno podarlas...
Y a los eupatorium perfoliatum la movida les costó mucho. No se secaron pero sí se vinieron muy abajo. Por eso, a los que ya tenía los podé, y ayer, a los que traje nuevos los podé de entrada. No se ven muy auspiciosos, pero les tengo fe!!






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