sábado, 7 de enero de 2017

Bichos!!

La teoría de este proyecto decía que, al implantar flora nativa, parte de los beneficios era la llegada de la fauna nativa.
La idea sonaba ideal, novedosa, esperanzadora, reparadora de una naturaleza castigada.
Así largamos.

Plantamos, las plantas se fueron "hallando", y de hecho se "hallan" muy bien. Cuestión que, obvio, los yuyos también empezaron a encontrar su lugar, con lo cual, una nueva tarea en este jardín empezó a ser el desmalezado. ¿Desmalezado de qué? ¿De todo lo que no estaba en los planes? No, desmalezado de todo lo que no habíamos planeado, no.

Lo que vengo haciendo es sacando el pasto burdo, grosero, invasor feo (a mi gusto), pero dejando una enorme variedad de cosas que "aparecen" sorprendiéndonos muy gratamente.

Así, apareció una plantita que podría ser yuyo, pero que se veía simpática. Y la dejé crecer un poco más..., y un poco más..., y un día floreció. Y la florcita era un amor, y la planta siguió creciendo, y también empezó a aparecer por otros lados.

Estaba muy contenta con ella, sin saber qué sería. Pero así como por los frutos los reconocerán, también por las flores las reconocemos. De la nada, me cayó la ficha de mi memoria de que esa plantita era lotus tenuis!! Si la habré visto en el campo, en las pasturas!!
Acá se la ve:
Vuelvo entonces a mi tarea de desmalezamiento.
La primera vez la hice en traje de baño. Hacía calor, acababa de salir de la pileta, y me puse a arrancar yuyitos. Me fui entusiasmando y me quedé un rato largo.
Cada tanto sentía que algo me picaba, pero no presté mucha atención.
Hasta que algo me picó alrededor de un ojo y ahí paré. Entré, fui a mirarme en el espejo y ¡guau!, tenía un ojo en compota!!

Así, de a poco, fui descubriendo que las plantas nativas traen bichos nativos!! Todavía no sé qué son, pero pican!! Imagino que serán algo tipo jejenes. No se ven, pero re-pican!

Por eso, ahora, cuando voy a desmalezar, me pongo pantalón largo, medias, y me fumigo con Off. Igual, el Off dura un ratito. Si me quedo mucho, en seguida vuelvo a sentir que me pica todo. Y ahí paro.

Esos son los bichos invisibles.
Pero también hay otros visibles. De terrible apariencia!!
Empezó siendo una bola negra en la vara de una planta. De una buddleia. La vi de lejos, y me acerqué para ver qué era. ¿Hojas secas? No, un amuchamiento de unos bichos negros, todos juntos.

Al día siguiente, la bola negra se había mudado a otra planta, y al otro día a otra, y así iba paseando.
Hasta que llegó Agus y me preguntó qué era. Le conté, le dije que eran inofensivos, pero mi versión no lo dejó nada tranquilo.
Y después vinieron los amigos de Agus, y en 2 minutos, empezaron a googlear qué eran.

Y esto encontró Lucas: "langosta negra, el terror de los campesinos"!!!!!!
En efecto, resultaron ser langostas negras.

A mí me seguían pareciendo inofensivas, pero ahora un poquito menos.
Y cuando vi una planta de tomate comida, chau!, me preocupé.

En una pasada por el vivero El Botánico, que es grosso y que saben un montón, me dijeron que nunca habían visto langostas negras!, que las langostas eran marroncitas. Pero no, son negras. Así de negras:
Era 31 de diciembre, todo cerrado, y además no pensaba comprar ningún veneno.
Entonces fui por el plan A: corté una vara, donde estaba un grupo grande parado, y la metí adentro de una bolsa de basura, que cerré rápidamente. Pero ay!, qué espanto! Primero que la mitad se escapó saltando, y después que, las que quedaron adentro de la bolsa también saltaban!!

Me agarró espanto. Saqué la bolsa a la vereda, y cuando terminaron los feriados, pasó el basurero pero no se llevó la bolsa! Ay!, muy horrible!, este método no lo recomiendo. Al menos para personas impresionables como yo.

Agus insistía en matarlas, entonces me exprimí el cerebro pensando qué derivado del petróleo tendríamos en casa (ni idea por qué habré pensado eso...).
Y se me ocurrió fumigar a las que quedaban con alcohol de quemar.

Ay! , otro espanto! Caían desmayadas! Me acuerdo y se me revuelven las tripas.
Lo peor, quedó flotando en el aire un olor a alcohol de quemar terrible, y al rato caía la familia para la noche del 31.
Conclusión, plan B tampoco recomendable.

Pasaron los días, hoy ya es 7 de enero, y las langostas mutaron. Crecieron (están enormes), y cambiaron de color. Ahora son marroncitas. Y siguen en mi jardín...

Y para cerrar, va una representante de una nueva gran colonia en MeMo:
(to be continued...)




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