sábado, 8 de octubre de 2016

Llantén

En el diseño original, figuraba esta planta. La habíamos conocido en nuestra primera recorrida por el vivero de la reserva. Sencillita, humilde, simpática.
En el verano había conseguido alguna por ahí, y la había plantado, pero se me había secado porque tiene la dificultad de que, al ser una gran "lechuga", al apoyarla en la maceta su raíz (con forma de zanahoria), casi no tocaba la tierra.
Había probado de varias formas, pero no me había resultado.

Hace 2 semanas, caminando por el campo, en Luján, me di cuenta de que estaba repleto de llantenes. En un ratito, recogí como 30! Llegué a casa y los volví a plantar, uno por uno.

Pero era tarde, se hacía de noche, estaba cansada, y la verdad es que los planté más o menos, o mejor dicho, más menos que más. 

Pasaron un par de días, y empezaba a pasar lo mismo. De tan lindos que estaban en el campo, a verse achicharrados en una macetita. La lechugota se deshidrataba...

Pero entonces, ¡eureka!, se me ocurrió algo. Básico y elemental, pero antes no lo había visto: podarlas!
Las agarré una por una, "de los pelos", dejando al descubierto su raíz:

Y ahí, zácate! poda grossa, y re-plantación.
¿Cómo están ahora? Bastante bien, por suerte. Esperemos seguir así...


2 comentarios:

  1. cuanto misterio en esas drasticas medidas!y tanta paciencia trabajo ternura en ese proyecto

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  2. cuanto misterio en esas drasticas medidas!y tanta paciencia trabajo ternura en ese proyecto

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