Cirujeando...

Toda esta concepción de lo nativo, me va cambiando la mirada. Y se va volviendo algo apasionante!

Así, caminando por la vereda camino a casa, lo que siempre miraba como yuyos en la vereda de un lote abandonado, de repente se me presentó como un montón de pastitos encantadores:

Acto seguido, partí al día siguiente para hacer el mismo recorrido, pero con una palita y una bolsa, lista para el cirujeo

Acá el resultado final, 91 plantines de..., alguna especie local...

Lo más interesante es que haciendo estos plantines, a partir de esos pastos que crecen solos entre las baldosas de la vereda, vi que tenían unas raíces mínimas (con razón crecen en la nada!), con lo cual, me imagino que podrían andar muy bien en el techo verde. Será cuestión de experimentar...